lunes, 28 de septiembre de 2009

He cambiado

Hoy me he dado cuenta de que he cambiado.

Iba con la bici por una calle peatonal. Horror de horrores.

Para ser sinceros, llevo meses yendo por esa calle con mi bici y nunca había pasado nada. Pero hoy, un viejecillo con cara de mala ostia se me ha acercado según iba andando en bici y cuando me he dado cuenta de que me iba a hablar he hecho ademán de parar. En ese momento me ha soltado un "¡esto es una calle peatonal! ¡No se puede ir en bici!", en alemán bávaro y lo he entendido. Lo he entendido. Lo he entendido desde el principio hasta el fin. Y he pasado del señor tres pueblos.

Quiero decir, he sido capaz de entender una bordería alemana desde el principio hasta el fin, y pasar olímpicamente sin siquiera tener que pensar en ello. De hecho, le he puesto cara agria, la típica cara de "ya estamos otra vez..." y he pasao. A mis cosas. Todo de forma automática. De verdad que estoy impresionado con mi propia reacción.

Pero lo mejor de todo es que entiendo y comparto la opinión del señor. Es una calle peatonal y aunque yo, y muchos otros, infringimos la norma de ir con un vehículo por una calle peatonal, veo totalmente necesario que haya gente que se queje y les (nos) diga que está mal. Gracias a que hay tanta gente pejiguera como este señor, el resto aprende(mos) a respetar las cosas que tienen que ser respetadas. Siempre con límites, ojo.

De todas formas, estoy empezando a ver mejor que haya cuatro pedorros que se quejen por todo (modelo alemán) a que haya un montón de gente deseando que las cosas se respeten y nadie diga nada (modelo español).

Este es el cambio que estoy viendo. Y me asusta.

jueves, 17 de septiembre de 2009

martes, 1 de septiembre de 2009

El mejor negocio en Múnich

Ya tengo claro cuál sería la empresa que mejor funcionaría en una ciudad como Múnich:
Fabricación de escobas.

No es que la gente de aquí barra mucho más que el resto. De hecho pienso que para barrer no las iban a utilizar mucho. Ahora, para meterse el palo por el culo e ir bien rectos, anda que no hay negocio...

De verdad que la ciudad es preciosa y merece la pena venirse a vivir, pero la gente... Es otro cantar.